Primer partido de la segunda vuelta. Volvemos a enfrentarnos frente a Tarragona, pero esta vez con bajas en el equipo y con la aportación de 3 juveniles.

Llevábamos además carencia de partidos. Era una incógnita qué medida íbamos a dar tras tanto tiempo fuera de las pistas.

La filípica de inicio les ha hecho bien. En modo alguno han salido confiados. El rival es un equipo muy anárquico que te pueden hacer daño si tu concentración, sobre todo en defensa, no es la óptima.

Hemos jugado muy fluido en ataque, buscando siempre un pase más y encontrando a nuestro pivote en los 10 primeros minutos de partido. En defensa, nos ha costado 15 minutos empezar a desactivar a su jugador más activo. A partir de ahí, lentamente, nos hemos empezado a despegar, llegando a la media parte con una escasa ventaja de 2, 12-14.

En la segunda parte, como un goteo, nuestra ventaja iba aumentando minuto a minuto; al mismo tiempo que se endurecía el partido, producto de las incomprensibles y tendenciosas acciones del árbitro.

Pese a la inhabitualidad en estas crónicas, no quiero dejar de hacer mención de un jugador en concreto, el juvenil Adrià Gómez. Gran partido  por él realizado, con una madurez encomiable y una concentración absoluta. Lástima del penalti errado a más de 3 metros de la portería!!!. Impagable!!!.

Próximo domingo en Rubí. Vamos a seguir en esta línea.